Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande. Elige un lavarropas, autos, equipos de musica y abrelatas eléctricos. Elige buena salud, colesterol bajo y seguro dental. Elige hipoteca a interés fijo. Elige un piso franco. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva. Elige pagar a cuotas un traje de marca en una amplia gama de tejidos de mierda. Elige bricolaje y preguntarte quién mierda sos los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver realitis que emboban la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de comida chatarra. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niños egoístas y hechos shit que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida... ¿pero por qué iba yo a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida: elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tenes heroína?
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2 comentarios:
Las opciones de inercia, realmente, no muerden demasiado bonito, no. No son tentadoras, dan ganas de posarse bien lejos de esos lentes de arroz.
La heroìna es un viaje corto y bastante caro, y no genera demasiados estragos en la inercia.
Quien necesita razones, cuando dejò de haberlas hace rato.
Saluditos.
Reemplazame heroína por algo como amor o música y resumiste parcialmente mi vida.
aguante, AGUANTE "Trainspotting" wacho
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